Me encontré perdiéndome en letras.

Escribo para huir de lo que me rodea y así encontrarme a mi misma.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Una carta en el cajón de mis desastres.
Un beso entre los versos
Y mil versos por los besos que no pude darte.
Mil miedos compartidos
entre tus fantasmas y los míos,
y un castillo de ruinas al que algún día llamamos hogar.
Dos peces con poca memoria y una gran lista de reproches,
que discuten cada noche sobre quién se ha entregado más.
Que el amor también se rompe, como todo frágil cristal,
y nosotros hemos dejado de recuerdo los besos,los versos,los miedos, los " ya no serán" y una lista interminable de "quizás".
(Ainhoa Amador) 

Regresé...

La primera carta sin remite.
Parte de mi quiso irse a vivir contigo, pero por suerte solo fueron vacaciones.
Hoy ha regresado la mitad de mi, con una maleta vacía, explicándome que de camino a casa dejó nuestros recuerdos en el contenedor de las emociones.
Me ha alegrado darle dos besos a mi sonrisa y decirle "sigues tan guapa como siempre".
Nos hemos sentado en el sofá de los sentimientos,y ya casi no huele a ti en el hogar que construimos.
La cama vuelve a ser de 90, pero esta vez no se me queda grande.
He sustituido los arañazos en tu espalda por caricias al colchón, y la almohada de testigo por unas tapas con los amigos.
No se me ha olvidado tu nombre pero sí eso de mirar tu última hora de conexión.
Te he querido más de lo que merecías,
y como dice Elvira, "voy a darme otra oportunidad".
(Ainhoa Amador)