¿Para que quiero el botón Reset si contigo puedo superar los obstáculos?

Me ciega el miedo, los destellos del ayer,
mis ojos vuelven a inundarse de odio, de lágrimas.
Empapo la almohada intentando vaciar el alma.
Y por un momento me apetece abandonarlo todo,abandonarme yo.
Desconectar y empezar de cero.
Porque soy tan cobarde,que siempre que algo va mal,busco el botón de Reset.
Pero entonces llega ella y te pide que le prometas que vas a estar ahí,
y en ese instante tu ira se estanca, los puños dejan de pedir guerra, y tu mente se activa.
¿ A quién quieres engañar? No te vas a ir. No vas a abandonarlo todo por un tropiezo con el mundo.
No vas a abandonarla a ella.
No conozco a nadie que haya parado mi ira con dos frases. Pero tú.
Pero tú eres la única persona por quien me lo apostaría todo con los ojos cerrados.

Yo nunca digo "siempre" pero siempre se escribe contigo.

¿Sabes? A veces me pregunto como sería verte llorar o reír.
A veces me quedo abrazada al móvil, y te espero hasta que llegas o hasta quedarme dormida.
A veces,solo a veces, puedo llegar a imaginar el tono con el que dices que me quieres.
Y la distancia, por irónico que resulte, nos mantiene cogidas de las manos.
Y perdóname por odiar a quien no te valora, o por querer protegerte, en un intento (seguramente) fallido.
Supongo que algún día,de intentarlo, quizás consiga ser tu escudo en batallas, aunque hay guerras que tengas que enfrentar tú sola.
Te sacaré las sonrisas que las circunstancias te roban.
Voy a cumplir todas y cada una de mis promesas. - Para siempres incluidos.-
No puedo secarte las lágrimas ni plantarle cara a los fantasmas de tu pasado.
No puedo evitar que el viento te roce,y te duela, pero puedo curarte las heridas.
No puedo evitar que caigas ,pero puedo amortigüarte las caídas.

Yo nunca digo "siempre",pero siempre se escribe contigo.

Los patos también sueñan.

Todo llega lo suficientemente tarde como para que el tiempo pase rápido mientras lo espero.
Como para morderme las uñas de los nervios.
Y es que, se me han pasado rápidos los días entre soñar cada noche con que a la mañana siguiente llegarían tus palabras a mi buzón.
Porque a veces (des)esperar es más bueno de lo que creemos.
-a pesar de que mi carta sigue sin llegar,a pesar de maldecir al cartero,al tiempo,a las prisas que tengo.-
La espero como el regalo de reyes con el que sueña una niña pequeña que aún cree en los Reyes Magos.
-Y esa espera me parece tan preciosa como tú-
Pero, compréndelo, tus palabras tienen que recorrer 400 kms, y la distancia entre tu buzón y el mío ( medido en diferentes grados de tiempo) son 5 buenas noches, 4 buenos días y un numero ilimitado de te quieros (como mínimo).
Visto así tampoco es tanto, o será que a tu lado el tiempo se hace más corto.


PD: Y si se sigue preguntando la protagonista de tu libro si los patos tienen sueños, dile que aquí hay uno soñando con abrir un sobre.

Contando lunares en la brújula de su espalda.

Me quedé atrapada en su sonrisa,desde el primer momento en que me miró.
En el momento en que nuestras manos se rozaron para un saludo cordial,comprendí que no debía entrar en ese laberinto.
Supe en aquel instante que me perdería para más tarde encontrarme en la brújula de su espalda.
Ni se imaginaba que las manos que rozó,acabarían contando todos y cada uno de sus lunares, e investigarían cada centímetro de su piel.
Esa noche ,la brisa y la luna se pusieron de acuerdo para  regalarme un amanecer a su lado.